Saturday, March 11, 2006

ESOS DÍAS




Que digo yo que el Día de la Mujer Trabajadora nos debieran dar puente por lo menos...¿o no?.
Anda que no nos queda a todos, seres humanos inclusive, en fins...allá va:


ESOS DÍAS
Cada vez que veo en el calendario una fecha en rojo como “Día de...” arrugo el ceño: las conmemoraciones de los “Días de...”me parecen anacrónicas e incongruentes precisamente porque todavía son necesarias. Y nos creemos que con organizar eventos en relación con el libro, el día 21 de abril, hacemos algo por la lectura. O que dedicar el 8 de marzo a la “Mujer Trabajadora” ayuda a erradicar la desigualdad laboral, la violencia, o el tráfico sexual. Entre otras muchas cosas.
Este año, el gobierno ha hecho coincidir el 8 de marzo con el anuncio del anteproyecto de la Ley de Igualdad, destinada a combatir la discriminación de la mujer en el ámbito del trabajo y el acceso a puestos de poder laborales y políticos. Pues mira qué bien, ya iba siendo hora. Es un avance, cierto. Un avance que puede quedarse en agua de borrajas si no se acompaña de medidas concretas y dotación económica suficiente.
Yo quiero ver en esa ley medidas como las que tienen los suecos: más guarderías públicas y más permisos bien remunerados. Verás como todos nos conciliamos mejor y nuestros niños no se quedan solitos con la llave de casa desde los ocho años.
Ahora bien: Poco se andará si nosotros y nosotras, ciudadanos y ciudadanas, no cambiamos el chip: Queda muy bonito lo de compartir con la parte contratante el permiso de maternidad, el trabajo en casa y la educación de los niños y niñas. Sobre todo en los anuncios. Pero ¿qué pasa con nuestros mayores?, ¿quién acompaña a los padres y madres, enfermos y enfermas al hospital?, ¿quién les hace compra y comida, les baña, les mima y les atiende cuando ya no se valen por sí mismos y por sí mismas?. Pues salvo honrosas excepciones, hijas y nueras. U otras mujeres venidas de lejos para que nosotras no tengamos que pedir permiso o excedencia en el trabajo y podamos seguir pagando la hipoteca del adosado.
Amigas y amigos: la igualdad no consiste en intercambiar malos hábitos: las mujeres babeando y soltando burradas ante un stripper son tan patéticas como la moda de que ellos se depilen y se nos vuelvan metrosexuales. Y tampoco con aplicar mayor condena a un hombre que a una mujer en los casos de violencia doméstica. Y mucho menos con forzarnos a usar un “lenguaje no sexista” que da pie a esos horrores como los escritos (a propósito) por una servidora en el párrafo anterior. Lenguaje sexista es el de Rajoy hablando de “cepillarse, con perdón” a las mujeres.
Que mucho hemos avanzado, de acuerdo. Pero todavía existe esclavitud sexual, niñas prostituídas, mujeres maltratadas, jefes con derecho a pernada y sentimientos de culpabilidad por dejar en otras manos a nuestras familias e intentar disfrutar de nuestra carrera o nuestro trabajo.
Quizá dentro de otro siglo, si sobrevive el planeta, no sea necesario revindicar ningún derecho esencial, ni conmemorar ningún “Día de...”Utopía, que le llaman.

1 comment:

Anonymous said...

Dentro de un siglo, reina mía, no creo que quede nada de este planeta al paso que vamos. Pero si queda, dudo mucho que no sea necesario reivindicar derechos esenciales. Lo de la igualdad de la mujer es sólo uno de los muchos que nos faltan. Aunque consigamos éste, siempre habrá otros. Y si conseguimos todos los que tenemos ahora pendientes, seguro que al ser humano se le ocurren nuevas barbaridades para jorobar al prójimo.

A pesar de mi pesimismo, sigue siendo una gozada leerte.