
Pero...¡oh, destino esquivo! el pasado lunes, los idus de julio me cantaron aquello de "pisa morenaaa, pisa con garboooooo" ...y me hice el tradicional esguince grado III en el pie derecho.
Asín que hállome en casa y con la pata quebrá. Ejcayolada. Con muletas. Como mi prima la de la afoto, sólo que con menos glamour.
Versada como una está en tema del autoengaño, en lugar de cagalme en tó lo que se menea, he hecho el esfuerzo de ver el lado positivo del asunto. Pasados tres días aún no lo he conseguido, sin en cambio:
a) Tengo a mi niña ayudándome, cuando casi me había resignado a apenas verla en todo el verano.
b) Como me dijo mi madre, así descanso (¿?)
c) La otra pienna se me está poniendo cachas, asín como la lorza. Y cuando se me quiten las agujetas, mejor.
d) Peor sería un cáncer, un aneurisma o un infarto.
e) Que tó lo malo que me pase sea ésto.
f) Canarias, Carmela y Alberto seguirán estando en los mismos sitios cuando me quiten la escayola, dentro de quince días.
Maravilloso panorama, ¿verdad?Aparte de que soy una patosa y mi gente, previendo que con esa gracia con que uso las muletas la siguiente iba a ser dejarme los piños, me han agenciado una silla de las de Jefatura, con ruedines, muy ligera, y me apaño divinamente. Hoy, aparte de ducharme sóla, he barrido la casa, he hecho una vichysoise, un gazpacho y una ensalada. Con la silla, además, pillo velocidad y hasta tiene su puntito. La gente es amable y te pregunta. Constantemente. El teléfono no para. El inalámbrico no funciona y no llego a tiempo.
Menos mal que una es Leo, y llevo tres libros en tres días.
Estoy hasta los baudios.