¿ANDANDARÁ?

No es que fuera él mi primer amor, ni mucho menos. Posiblemente fue mi primer mito...Locomotoro. Yo le adoraba. Me partía de risa con él, era maravilloso, era mi ídolo...era lo más.
No voy a entrar en el momento "Cuéntame", ni a recordar que hubo un tiempo en que los vecinos del portal subían a mi casa, que era la única que tenía televisión, para ver las corridas de "El Cordobés" o los combates de Urtain. La tele, para mi, era Locomotoro, que un mal día desapareció de la pantalla dejando a los Chiripitifláuticos huérfanos y sin interés.Y sin explicación, oyes. Como con todo mito, alrededor de la desaparición de Locomotoro se creó una leyenda urbana: por supuesto, había muerto. Y los paternalistas jefes de TV nos habían ocultado la noticia para que los niños no sufriéramos. Yo incluso llegué a oir que su muerte fue debida al atropello de un 850. Algo parecido pasó con Urkel, y con Leroy Johnson, el de Fama, sólo que en este último caso era verdad.
¿Qué fue de Locomotoro? ha sido una de las preguntas claves y esenciales de mi vida. De la mia y de muchos niños de entonces...una pregunta sin repuesta...hasta el sábado pasado.
Hallábame yo talmente tirá en el sofá, aburrida y jarta del trancazo cuando, en un avance informativo de "Cine de Barrio" van y sueltan..."y estarán con nosotros Fulanita y Paquito Cano, el inolvidable Locomotoro".¡¡Madre mia el salto que dí!!. Y efectivamente, saludando con la manita, había un señor con gafas, muuuy mayor, pero mucho, mucho. ¿Era ÉL?...Me hice el propósito de ver "Cine de Barrio", pero, como me suele pasar con mis propósitos...se me olvidó.
¿Se le moverían los mofletes? ¿Sería capaz aún, si efectivamente era él y no un impostor, de clavar los pies en el suelo e inclinarse hacia delante de aquella forma?. Maremía, las horas que eché intentándolo...
Así que me quedé sin resolver el misterio que marcó mi infancia, por desmemoriada y móvile cual piuma al vento.
Ese señor mayor no era mi Locomotoro, que me lo han cambiao. Ea.