Sunday, February 05, 2006

LOS CHICOS DE LA ALCACHOFA

Como dicen en la tele: saber que me siento muy isnorada como colurnista, porque amos...no me decís na de na...o muy poco. Ahí os va la colugna del sábado pasado. Decir que mi inspiración ha sido en este caso el alcachofa´s attack realizado sobre la pobre Raquel Mosquera. Una que es sensible en el fondo. Muy en el fondo.
LOS CHICOS DE LA ALCACHOFA
Casi fenezco con la Ceremonia de los Goya.
De aburrimiento y hastío: vaya peñazo que nos colocaron en la Gran Noche del Cine Español. Y como debí sucumbir a partir del Goya “al mejor maquillaje y/o peluquería”, al día siguiente, como penitencia por mi escaso patriotismo, me tragué los reportajes ad hoc. Como penitencia y por puro cotilleo, porque la parte frívola de mi persona adora criticar, siempre en petit-comité, que para eso están las amigas, los modelitos de Bodas, Bautizos y demás ceremonias.
Y allí estaban ellos: Los chicos de la alcachofa, reporteros de ultimísima generación que, micrófono en mano, han pasado de incordiar con preguntas absurdas a personajes y personajillos de interés nacional a ser omnipresentes en el día a día de cualquiera. Porque, se te ocurre pirarte un rato del trabajo a echar una carta a correos (o a echarte un cigarrín) y te arriesgas a salir en cualquier zapping, huyendo de cámaras y micrófonos. Date cuenta el papelón.
Tenía su aquel con el “Caiga quien Caiga”, en el principio de los tiempos, por aquello de la irreverencia y el punto gamberro. Ahora que me expliquen qué gracia tiene que le pregunten a la Ministra de Vivienda por el último romance del hijo de la Miró. O que persigan al novio de la Pantoja. O que importunen a una persona que acaba de enterrar a un ser querido. Por mucho mercadeo de intimidad, todos (incluido el vendedor) nos merecemos un poquito de respeto, aunque esa sí que es ya otra historia.
Lo peor de todo es cuando se dedican a la caza del jubilado. No lo puedo evitar: me irrita ver en la pantalla al chico de la alcachofa intentando tomar el pelo al incauto del señor mayor que suelta sandeces o proclamas tan realizado por salir en la tele. Aunque a veces se recogen perlas del tipo: “Yo he venido aquí a firmar en contra de Cataluña”, que como presentación de la campaña pro referéndum es impagable.
Por aquello de la empatía, me pongo en la piel de los reporteros y de sus padres, a los que supongo enormes sacrificios para pagar los cinco años de estudios que cuesta sacarse la licenciatura en Periodismo o en Comunicación Audiovisual. A los chavales, siempre tan jóvenes, me los imagino como becarios o con un contrato basura en esta su cadena amiga o en cualquiera recibiendo órdenes tipo: “Y tú, sin moverte de la puerta del Hospital, y no se te ocurra volver sin reportaje”. Seguro que soñaban con otra cosa cuando empezaron la carrera.
Estamos hambrientos de morbo y de banalidades. Así no le damos al magín con otras cosas. De todas formas, estoy deseando comentar con las chicas el vestido de la de Cultura. Porque a esa sí que la viste su peor enemigo: Ágata Ruiz de la Prada, la mujer de Pedro J., el de “El Mundo”.

11 comments:

Anonymous said...

La lástima es que todos lo vemos, aunque sea haciendo zaping. No sólo fomentamos el acoso al famoso, sino también la proliferación de famosillos que viven a costa del montaje.

Bueno, a otra cosa, lo de la menestra me dejó sin palabras, una cosa es que no se sepa una quien es Santiago Segura y otra que por fomentar la cultura y los diseñadores patrios se vista la señora de esta guisa. Y no se si es glamuroso ponerse un vestido de la sra. de Ramírez, yo desde luego estoy cansada de pasearme por los mercadillos y oir a los gitanos gritando: "Los pijamas de la Agata".

En fin, cada cual con su gusto.

avek

Anonymous said...

Totalmente de acuerdo, ave.
Por eso es que desde los doce años apagué el televisor... y no volví a encenderlo salvo en contadas ocasiones.
Prefiero un libro, un disco, una peli o la internet. Esta última a veces apesta, pero quizás uno tiene más poder de decisión sobre lo que quiere ver y lo que no.
Preciosa, te mando un abrazo enorme, y perdón por la perorata.
Besazos!

Bless

PD: Para avek, si lo lee: ¡Gracias por las felicitaciones! :o)

fridwulfa said...

y dice la tía que va a empezar por orden alfabético...
Amos a ver, por partes, el orden alfabético debería ser por apellidos, pero aun en el caso de que aceptemos nombre propio... ¿Antes que Agata no va Adolfo Domínguez?

Anonymous said...

Todo el fin de semana, pusieras la cadena que pusieras, la omnipresente Raquel Mosquera. Ahora que ya la han vuelto majara del todo, estarán contentos. Tienen carnaza para rato. Mejor pasar de tele, de premios y de ministras vestidas como un repollo kitsch.

Anonymous said...

Coñe, yo a veces me pregunto en qué planeta vivo... qué ha pasao con la Raquel Mosquera?
Intrigá me habéis dejao entre unas y otras, carajos.

averia said...

A la probe Mosquera se le ha ido la olla, dicho en plata. Está internada en una clínica psiquiátrica mientras el buitreo (su esposo y los ¿periodistas?)se aprovecha. Gomitivo.
Y lo de la menestra...joé...mira que me toca los ovarios que se hable de los trajecitos de ellas y no de ellos, pero a veces tienen razón: Si ej que van provocando!!

Pelayo González said...

La culpa es de los asesores, que las visten como putas...¿no se decía asín?

fridwulfa said...

Jajajajajajajaja. No, ainvar, no, se dice "meretrices"

Anonymous said...

Si es que no parecía ni meretriz ni puta ni ná. Parecía una bolsa de caramelos surtidos.

Anonymous said...

¿Os acordais de esa especie de esculturas que ponen en los escaparates, hechas con nubes y gominolas?

No se por qué, pero yo sí que me estoy acordando

avek

P.D. Bless, si que te leo. Un besazo a tí tambien

Anonymous said...

=)