Friday, July 07, 2006

LA MUJER DE EL FARY


Os advertí de que actualizaría el blog si hubiera o hubiese necesidad. Queridos amigos, compañeros del alma, compañeros que habéis sufrido mis colurnas con pacencia y sacrificio, tengo algo muy, pero que muy impactante que compartir con vusotro:
¡¡HE CONOCIDO A LA MUJER DE EL FARY!!

Desde ayer se me terminó el agobio mudanza. Así como la Angelines la Bolilla cumplió su papel de ser la luz que me guió y me dió fuerzas cuando aquella época tan amarga de sacarme el canné de conducir, hoy conocerla a ELLA, haber tenido tal honor no sé cómo expresarme...me copa.
Ayer fui raptada por mis amigas Reyes y Merce que me veían estresá y sin energía. Me llevaron al sitio donde toda mujer que se precie de su condición carga pilas: a una fábrica de ropa megachachiguay de módico precio, propiedad de la prima de la Merce, a su vez vecina e íntima amiga de los Farys. Fue allí, tras una maratoniana jornada de probador y dispendio cuando vino a saludarnos La Conchi, sufrida esposa de nuestro ídolo.
La Conchi es...oh- dios- miiio...como podéis imaginárosla. Venía del huerto, de recolectar calabacines para más señas. Por eso se disculpó de sus pintas. En fin. Arreglá debe ser un clon de la viuda de Gil, porque fijéme que llevaba los labios sin pintar pero perfilados por fuera de marrón oscuro. Tipo botijillo, pelo tintao de rubio con las raíces faltas de, cargaíta de oros ella, sus mallas en esta ocasión bastante sobrias (Merce me aclara que las suele llevar de estampado felino, of course), sus calcetinillos blancos y unas curiosas zapatillas de andar por casa naranja butanito. La Conchi es talcual: basta, simpática y con un punto salao. No estaba para probarse trapillos, pero supervisó y dio consejos a tutiplén. Quicir que al principio mi pinta seño la cortó un poco, hasta que se relajó y empezó a soltar por esa boca:
- ¿Será japuta?- la japuta era yo- Amos, que si yo tuviera ese cuerpo una mierda iba a ir tan sosa...¡¡a enseñar, guapa, ahora que todavía puedes!!
- A la Esther lo que le pasa es que es mu clásica, ¿no?- le decía por lo bajinis a Merce.
Imaginarse los modelitos que me sacaba...
Un encanto de tía, de verdad: nos ha prometido venir a vernos a La Adrada, lo que pasa es que El Fary es un cansino, y la tiene agotá, porque el tio, además de tacaño, se caracteriza por su energía vital. Que no para, jamía, qué me tiene matá.
- ¿Tú te crees que se va a una gala a Pamplona y en lugar de quedarse a dormir, que tiene que volver al día siguiente, engancha el coche y se vuelve pacasa?. Joder. A las 6 de la mañana le tengo dando guerra, que no me deja ni vivir.Y hala...pal huerto a cavar.
Na, lo decía con la boca chica, que se la veía feliz de ejercer de señora de.
Pues eso, hedbanos: he conocido a la mujer de El Fary. Y me ha encantado Conchi, de verdad, que tia tan tierna.
Os dejo revolviéndoos de envidia. jarl.

Saturday, July 01, 2006

ASUN Y MARTA

Hoy por fin estamos en julio...y además de haber entrado en vigor el canné por puntos, servidora cierra el chiringuito hasta septiembre. Quicir que igual algún día me da por escribir en el blog, pero que con estos términos finaliza la temporada de colurnas en el Diario de Ávila. A partir de ahora tendréis que leer menos...¿a que s´agradece (Bernardo)?Os dejo con unas palabras para dos mujeres extraordinarias: Asun Balzola y Marta Mata. Me espera un verano jodidillo, la verdad. Una (espero que la última) mudanza. Prima Marga, que me voy pal piso nuevo, jamía. Y ando flaca de fuerzas...y de kilos. Besitos, gente.

ASUN Y MARTA

Mira por dónde hoy no vamos a hablar sobre el inicio del diálogo con ETA, maja. Tampoco sobre el escándalo del dopaje en el ciclismo, ni sobre la visita del Papa, o el varapalo del Supremo al Guantánamo de Bush. Ni siquiera sobre la derrota de la selección española en el Mundial, la pasividad del mundo ante los ataques de Israel a Palestina o (gran tentación) los últimos excrementos de la Cosa Marbellí.
Porque, con el curso, nos han dejado dos mujeres imprescindibles para los que amamos la educación y los libros: Asun Balzola y Marta Mata. Posiblemente no sean noticias de interés general, pero ya ves: a una le gusta agradecer a su manera lo bueno que va recibiendo por al vida. Y a Asun ya a Marta les debo, al menos, un hasta luego lleno de respeto, reconocimiento y admiración.
Asun llegó una tarde de finales de los 70 a una escuela de Magisterio. Jaime García Padrino, nuestro querido profesor de Literatura Infantil, nos la trajo empujando la silla de ruedas. Asun empezaba a volver a la vida después de un grave accidente de tráfico y ella, con su voz apenas inaudible, nos habló de cuentos y niños y permitió que contempláramos como de sus acuarelas salía magia. Después, con el paso de los años, Asun compartió con nosotros muchos días de Junio, en las Jornadas de Animación a la Lectura de Arenas de San Pedro, dejándonos su testimonio de coraje y afecto, su sentido del humor y sus hermosas imágenes llenas de sensibilidad y belleza.
En las Bibliotecas de nuestras aulas siempre tienen un lugar de honor su “Historia de un erizo” o “Munia”. Mientras sigamos leyendo a nuestros niños sus historias, siempre al lado del débil y del diferente, Asun no se irá de nuestro lado aunque como decía su amigo Forges , “liberada de todos nosotros ya sea, por fin, nube”.
Marta Mata, maestra de maestros, se nos fue unos días después. Por los mismos y lejanos tiempos en los que Asun visitaba esa escuela de Magisterio, Marta fundó una pieza clave en la renovación pedagógica: la escuela Rosa Sensat y las escuelas de verano. Ahora, cuando algunos se pegan por considerar al 2006 “Año de la Memoria” o“Año de la Concordia” o por si dar digna sepultura a los Caídos de la República significa volver a abrir heridas, no está de menos reconocer la labor de Marta que, al lado de otros muchos Maestros, nos descubrió que hubo un tiempo en que la educación en nuestro país fue una prioridad, que se crearon colegios en los pueblos, que florecieron libros y huertos escolares, que existían las Misiones Pedagógicas y que el maestro era una persona digna, vocacional y reconocida socialmente. Aunque todo aquello trató de enterrarse para siempre en alguna cuneta perdida, Marta Mata recogió el testigo de la Escuela de la República, heredera a su vez de la Institución Libre de Enseñanza y nos lo pasó a lo que entonces (¡ay!) éramos jóvenes generaciones de maestros. Nuestro compromiso con una escuela pública, laica y de calidad viene desde entonces.
Hasta luego, Marta y Asun. Y hasta Septiembre, maja. Nos vemos después del verano.