Saturday, May 27, 2006

SOBRE CAYUCOS Y ORCOS


No he podido encontrar la foto a la que aludo en la colurna, pero estaba en el ABC y me impresionó, la verdad. Sus ilustro la cosa con los representantes de Lituania en Eurovisión, nuestros favoritos. Sacad parecidos razonables que haberlos haylos...


SOBRE CAYUCOS Y ORCOS
En la portada de una publicación de las llamadas serias he visto una imagen de las que hacen que se te remueva la neurona, las vísceras y la parte de persona humana que resiste después de un ataque de alergia: Un negrito superviviente del cayuco, vestido con una camiseta del Barça, mostraba su felicidad por encontrarse en Canarias con una amplia sonrisa y los dedos formando la V de Victoria. La foto se había hecho una semana después de que a otro negrito con camiseta del Barça, Eto´o, le hubieran subido a los altares de Europa por jugar al fútbol como el genio que debe ser.
Qué paradoja: los dos exultantes de felicidad por haber cumplido su sueño. A Eto´o le esperan días de gloria. Al otro, posiblemente, la deportación, según mandan las leyes de la Unión Europea, a la que Canarias, al contrario de lo que piensan algunos, pertenece.
Así que, entre estornudos y conjuntivitis, he sido presa de una profunda recesión en cuanto a mi concepto de la ciudadanía europea, maja. Entre la crisis de los cayucos y la del festival de Eurovisión, más el dichoso Euribor y lo poco que nos cunde el euro, no termino de verle el aquel a lo que viene siendo la Europa Unida. Quizá es porque jamás he pillado ninguna subvención.
Sobre los cayucos, como antes con las pateras, que hay que ver lo que aprendemos de léxico naval con esto de la inmigración ilegal, los políticos europeos, esos a los que votamos cada cuatro años, simplemente no saben / no contestan. En Canarias, vergel de belleza sin par y puerta de Europa a la vez, se han tenido que poner como hidras ante la avalancha de los nuevos parias de la Tierra para reclamar ayuda y soluciones y la Vicepresidenta de la Vega, que menuda es ella, ha conseguido por fin que los de Bruselas se den por enterados y manden una comisión de expertos, fíjate qué bonito detalle, y unos cuantos barcos y aviones para localizar a las naves nodrizas que evacuan cayucos llenos de personas desesperadas. Dicen que existe la justicia poética y quizá Europa, en el siglo XXI, esté recogiendo lo que sembró en África durante la época colonialista: exprimir a un continente tiene sus consecuencias.
Y volviendo al “de profundis”, lo de Eurovisión no tiene nombre. Las televisiones deberían ponerse de acuerdo para celebrar la gala el mismo día del orgullo friki, y así encontrarle un sentido a su existencia. Porque en eso se ha quedado: para verla en compañía de las amigas como se ven las bodas reales, sacarle el puntillo y echarnos unas risas. Es por ello que la banda de orcos que han ganado este año (Mis amigas y yo íbamos con Lituania que presentaba la versión macarra de Il Divo, con Leo Bassi bailando rap) no hace sino redundar en el hecho.
Supongo que en el Parlamento habrá voces que culpen a ZP del descalabro de las Ketchup en Eurovisión. No sería tan extraño: Nuestro paisano Acebes, el miércoles, vinculó el aumento de la delincuencia organizada a las avalanchas de inmigrantes y se quedó tan ancho. Van a ser los antihistamínicos, que crispan mucho.

Saturday, May 20, 2006

El coñazo Da Vinci



Estoy hasta los baudios del puñetero Código da Vinci. Qué plastas, pordió. Y qué mal nos está envejeciendo el Tom Hanks, todo fofo y desdibujado...en fin, allá os va la columna de la semana. De nada.

EL TOSTÓN DA VINCI
Hay que reconocer que, puestos a vender, nadie como los americanos. Cuando se ponen a la tarea, se lo montan con tal arte que lo mismo te venden una guerra, que una gripe del pollo, que el robot Magic Pullet de la teletienda o ,como es el caso, la última superproducción de Hollywood.
Es lo que tiene la semanita que hemos llevado con el dichoso “Código Da Vinci”, la película. Un acoso mediático en toda regla. Sin excepción, todos los medios nos han bombardeado con el estreno más esperado, qué más da si los críticos de Cannes hayan calificado la peli de bodrio y porquería. Ya se sabe que los críticos europeos no terminan de entender el fino espíritu que caracteriza la industria americana del cine y siempre terminan premiando a Woody Allen y sus neuras o a esos maravillosos filmes orientales que nos muestran durante dos horas a un chino en bicicleta por un campo de amapolas. Envidiosos.
Reconozcámoslo: se lo montan como nadie. En el principio fue el boom del libro. 50 millones de papanatas, por decirlo suavemente, caímos en aquella tremenda campaña de marketing y leímos la novela. Todos hemos podido contemplar, en cualquier vagón de metro mismamente, a alguien absorto en la lectura de semejante tocho. Dan Brown, el autor, jamás será invitado oficialmente a un guateque de historiadores, o formará parte del jurado del Premio Nadal, pero el tipo se forró, y con él la editorial y su agente literario. Y de eso, precisamente, se trataba.
Aprovechando el tirón llega la peli, y una bien urdida operación publicitaria bajo el lema “polemiza y triunfarás”. Porque a las arcas de la productora llevan contribuyendo con ardor guerrero la Santa Iglesia Católica, y su facción Opus Dei, el juicio por plagio de Dan Brown y, lo que da más penilla, la Asociación Americana de Albinos e Hipopigmentados, que han puesto el grito en el cielo hartos de ser siempre los malos de las película. Y con tanta teoría de la conspiración a una se le va la olla y piensa en la propaganda de gratis para todos, porque habrá quien babee con la posibilidad de juntar en la puerta del cine a millares de fieles rezando el rosario en acto de desagravio como en tiempos de Jesucristo Superstar, con lo que gusta un numerito. No creo que, en el conjunto de católicos y por supuesto de católicas haya quien se cuestione su fe por las patrañas mal contadas de una mala película. Es el café para todos, pero en versión audiovisual. Eso sí, me he enterado de cosas bien jugosas: Por ejemplo que Tom Hanks creyó en un principio que interpretaría al señor Da Vinci y que en el Reino Unido han limitado el nivel de decibelios de los asesinatos y las flagelaciones para que los niños de 12 años puedan verla sin traumas. Qué detalle.
¡Para que luego digan que no nos bajemos las películas de Internet!. Por mi parte, el único estreno que espero impaciente es el de Alatriste. Y como dijo aquél: Francamente, querida, el Código Da Vinci me importa un bledo.

Saturday, May 13, 2006

BUENOS CHICOS

¡Qué poco agradecidas somos con los buenos chicos, queridas!. He aquí un canto a Perales, paradigma de la raya bien planchada en el vaquero entre otras cosas. Los buenos chicos siempre están ahí, aunque nos volvamos locas por los canallas, cuyo mayor exponente musical es Sabina, of course. Lo disfruten...
PERALES VUELVE
Este pasado miércoles la enseñanza pública de Madrid fue a la huelga. No se han dado por enterados ni los del google. El martes, un nuevo timo de la estampita dejó sin ahorros a 200.000 personas. El jueves, en el Parlamento, el diputado de siempre y sus palmeros repitieron numerito para vergüenza de los ingenuos que piensan que la política es una profesión honorable. Y de Palestina e Irak mejor no hablamos, que pasa como con la huelga de enseñanza, que no interesa a casi nadie.
Pero Perales vuelve. Y, ésa, por fin, es una buena noticia. Es por ello que voy a apagar el telediario y componer una exégesis a ese hombre, cual antídoto ante la mala baba y la crispación nacional e internacional. Ea.
José Luis Perales representa a ese hombre al que le puedes decir “te quiero como amigo”y quedarte tan feliz, sin remordimiento alguno. Perales representa a ese incondicional que te alquila en el video-club “El Paciente Inglés” cuando te ve depre, sin temor a que le vea un vecino y cuestione su virilidad. Perales representa a esa dorada medianía de hombres del que decimos “es buena persona”, y las demás traducen “sosito y tirando a feo”, pero en el que al final terminamos confiando ciegamente. Perales, queridas, y lo que vemos en él, es hoy más necesario que nunca.
Además, es hora de reconocer públicamente lo que las canciones de D. José Luis han significado en nuestras vidas. A su inspiración le debemos grandes momentos: “Y se marchó, y a su barco le llamó Libertad”... tarareado mientras pasas el plumero a los cuadros del salón, mientras conduces por esa carretera solitaria en una mañana de primavera, mientras bajas la pendiente en la jornada de senderismo de la A.M.P.A. Qué bonito y emotivo a la vez.
Y qué decir de otro gran clásico: ¿Y cómo es él, a qué dedica el tiempo libre? Llevamos años utilizando esa canción como interrogatorio en tercer grado cada vez que nuestras amigas han cambiado de novio, o, más inconfesable aún, cantándola a coro en los karaokes cuando hemos alcanzado el estadio superior de intoxicación etílica y no nos acordamos ni del decoro, ni del pundonor ni de lo que hay que tener. La verdad es que tengo que reconocer que personalmente, la letra de esa canción siempre me ha dado repelús porque es un homenaje al chantaje emocional talla XXL. Siempre me he imaginado a la señora que se va, con su vestido gris, cerrando la puerta y sintiéndose aún más culpable por abandonar a alguien que no sólo no hace reproches, sino que se interesa por las cualidades del otro y le recomienda que se lleve un paraguas por si llueve. A veces, los buenos chicos pueden llegar a ser los más crueles. Cuidado.
Buena gente. Buen rollito. Talante, por ir resumiendo. Perales ataca de nuevo. Que lo pongan en el hilo musical del Congreso a ver si se pega algo. Y que no le paguen los derechos de autor en sellos, por favor.

Saturday, May 06, 2006

ENCADENADA

Ahí la tenemos: es Tita. Cuánto admiro a esta mujer. De mayor quiero ser como ella, y sobre todo, tener lo que ella salvo al baboso del hijo. También procuraría ser menos hortera y quitarme la mascarilla de yogur cuando vaya de boda. Al final...¿la veremos encadenada?

ENCADENADA
Ha llegado la hora de mojarse, maja. Vamos a aprovechar la oportunidad que nos brinda este humilde espacio de opinión para manifestar nuestro más profundo apoyo y solidaridad con una mujer comprometida con su tiempo, con la sociedad y con el medio ambiente: la baronesa Thyssen.
Ella ha sido la noticia de la semana: Tita, aquella a la que una hermosa historia de amor otoñal convirtió en coleccionista de arte, noble y archimillonaria. Tita, que nos ha enseñado a combinar como nadie la moda neo-hippie con los pedruscos de muchos quilates. Tita, cuyo destino hubieran querido para nosotras nuestras madres y toda nuestra familia... Tita se nos encadena este sábado a un árbol centenario del Paseo del Prado para protestar contra la reforma del Paseo del Prado que quiere perpetrar el alcalde Gallardón porque él lo vale.
Me ha enternecido especialmente una frase suya que viene a demostrarnos que la actual baronesa no ha olvidado de dónde viene: “"Me llevaré la tartera con comida y bebida, y ya veremos quién me mueve de ahí". Bien por ti, baronesa. Qué importa si la tartera es de Vuitton, o que te encadenes con un foulard Hèrmes. Ahí estás, con un par de tacones, impidiendo con tu presencia y tu voluntad que esa hermosa arboleda de toda la vida perezca bajo las garras del alquitrán. Contribuyendo con la fama que tu vida ejemplar te ha deparado que a los japoneses que quieran disfrutar de tu colección de pintura holandesa en el mes de agosto no les arree un golpe de calor por no tener sombra mientras hacen cola. Tita: estamos contigo, con los Ecologistas en Acción, con los sufridos ciudadanos de Madrid, con los amantes del arte e incluso con Esperanza Aguirre (por una vez), que también te apoya para desapoyar de paso al alcalde.
Por estos pagos también sabemos bastante de talas indiscriminadas de árboles, compañera baronesa. También sufrimos a un alcalde al que, al parecer, le “ponía” cargarse el verde como al pirómano le “pone” ver arder el monte. Curiosamente y preocupado por la salud del prójimo como nadie, taló unos hermosos chopos para que al personal no le diera alergia. Chopos que, fíjate que coincidencia, molestaban en una urbanización de chalecitos “acosados”. No los pudimos salvar ni a ellos, ni a los pinos que bordeaban el castillo, ni a tantos otros. Por eso, y porque siempre hay algún jeta que hace leña del árbol caído, hoy, Tita, tu lucha es la nuestra.
Y aprovecho tu ejemplo para recomendar una moderna operación publicitaria a todos aquellos que se están dejando la piel para evitar el deterioro del medio ambiente: buscad entre la prensa rosa un mártir para la causa. No sé si Marina Castaño, esa gran mujer, viuda de Cela, estará disponible. Pero igual es un fichaje interesante para impedir la desaparición del lince ibérico o para salvar la Dehesa de Piedralaves. Quién sabe. Por intentarlo que no quede.